Ser maestro universitario en la actualidad se ha vuelto una tarea compleja, especialmente con las clases en línea, donde muchos estudiantes muestran falta de compromiso, no encienden sus cámaras y asisten en pijama, lo que ha provocado conflictos y sanciones para los docentes. Esta situación plantea una reflexión sobre la pérdida de valores como la responsabilidad y la ética en estudiantes que, siendo adultos, deben estar comprometidos con su formación profesional. A pesar de los enfoques modernos donde el alumno es protagonista del aprendizaje, muchas clases esperan pasivas y muestran escaso interés por prepararse, lo que se agrava con las distracciones del entorno doméstico y la baja motivación.